La crisis en Venezuela ha expulsado a 5,6 millones de migrantes y refugiados y, de prolongarse, se estima que su número desbordará el del país árabe este año.

“La tierra de Venezuela va a ser destruida y los hombres huyen, huyen con la obstinación de los locos, de los empavorecidos, temiendo que el esqueleto se les vaya a escapar de la carne”. Como si hubiera viajado en el túnel del tiempo, Arturo Uslar Pietri anticipó en Las lanzas coloradas, obra clave de la narrativa criolla sobre la independencia, el acontecer actual de Venezuela.

Las imágenes de hoy en la frontera de los que también huyen enflaquecidos son tan desoladoras como las dibujadas por el ingenio del narrador, con una gran diferencia: estas son absolutamente reales. La postal frente a nuestros ojos rebosa dolor sólo amortiguado por las sonrisas inocentes de los niños. Estamos en el mundo al revés, donde una mujer con sus cuatro nietos menores de edad ha cruzado los límites con Colombia para dirigirse, a pie y sin dinero, desde San Juan de los Morros hasta Cali. Entre las dos ciudades hay más de 1.700 kilómetros.

«Llevamos caminando un mes y siete días. Me dirijo a Cali con mis nietos. Me los traje de Venezuela porque la situación está allá muy crítica: no hay comida, hay mucha desnutrición. Uno se acuesta con una arepita y se para [levanta] con otra arepita en el estómago. No hay alimentos, no hay nada para que uno pueda sobrevivir. Me tocó venirme con mi familia para Colombia. Aquí la gente es muy humanitaria y nos ayuda mucho a los venezolanos», explica la abuela Hortensia López, de 66 años, durante una parada en el camino en el Punto de Apoyo de Hermanos Caminantes, a 50 kilómetros de la frontera.

Hasta ahora, en el mundo de la emigración, las abuelas cuidaban a los hijos de sus hijos en los hogares familiares mientras los padres se ganaban la vida en el extranjero. En Venezuela eso ya ni siquiera es posible para miles de sus ciudadanos, transformados en los parias de la región, en los sirios de América Latina.

La huida es masiva, cientos y cientos cruzan a diario las trochas (pasos ilegales) de la frontera para buscar una vida nueva en Colombia, Ecuador, Perú, Chile o Argentina. Los más aventureros se lanzan incluso al norte para buscar el corredor centroamericano que les acerque a Estados Unidos.

Sólo los venezolanos pueden competir hoy con la formidable diáspora siria. Algunos creen que ya son más los que han huido.

En abril de 2021, habían huido del país 5,5 millones de venezolanos. Esto representa un aumento de 1,170.4%, en comparación al 2010 y representa cerca de 17.1% de la población total nacida en Venezuela. Actualmente, cerca de 1,7 millones de migrantes venezolanos se encuentran en Colombia.

El Mundo

Por notiarepa

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