Más de un año y seis meses sin sentencia. El juicio por el caso de Ángela Aguirre, menor de edad asesinada en el río Caroní de Puerto Ordaz, estado Bolívar, sigue en curso y todavía no hay sentencia por parte del Tribunal Cuarto de Violencia contra la Mujer del área metropolitana.

Hace más de un año, específicamente el 21 de octubre de 2019, iniciaron las audiencias, en Caracas, donde se lleva el caso luego de que los padres de la menor denunciaron hechos de corrupción por parte de los fiscales en Bolívar.

Por este crimen hay siete implicados:

José Alberto Cedeño, imputado por femicidio agravado, violencia sexual y suministro de sustancias a menores de edad.

José Zorrilla, Orlando Salazar, Wilmer Díaz, Glauber Zorrilla, Joselyn Barreto y Dayana Nicieza por omisión al socorro y complicidad en el delito de femicidio.

Todos se encuentran detenidos en el Rodeo II y en el Instituto Nacional de Orientación Femenina, según datos de medios locales.

Ángel Aguirre y Yerlis Yaguare, padres de la joven víctima, son ahora activistas en las redes sociales a través de las cuales exigen a diario justicia para su hija y que haya una sentencia firme por este delito que conmocionó a todo el país, el cual hoy se encuentra oculto bajo la sombra de un homicidio sin sentencia.

La última publicación de su madre fue realizada en Twitter este 23 de septiembre, en la que exige máxima pena para quienes acabaron con la vida Ángela.

Desaparición  y muerte de Ángela

Ángela Aguirre desapareció el 23 de marzo de 2019, cuando asistió a una fiesta en la isla La Terecaya de Puerto Ordaz. Su cuerpo apareció dos días más tarde en el balneario El Rey de la misma ciudad.

La autopsia reveló asfixia mecánica por inmersión y abuso sexual agravado por su orificio vaginal y anal, además de presentar signos de violencia física y traumatismo craneoencefálico.

Cronología de los hechos

El pasado 23 de marzo de 2019 le cambió la vida a la familia Aguirre Yaguare. Su hija, Ángela, de tan solo 16 años, se convirtió en el rostro símbolo de femicidio en Venezuela, un país donde reina la impunidad y la violencia.

Ángela Aguirre, era estudiante de quinto año de bachillerato en san Felix, estado Bolívar, era una estudiante con índice académico alto, y su sueño era ser doctora.

La última vez que sus padres la vieron viva fue la tarde de ese sábado cuando se fue a celebrar el cumpleaños de su amigo, José Alberto Cedeño, en el club Ítalo de Puerto Ordaz, estado Bolívar.

Que los jóvenes se diviertan en una piscina o en las riberas o islotes del río Caroní es habitual en una ciudad con temperaturas altas.

Razón por las que sus padres le otorgaron el permiso para que fuera a celebrar el cumpleaños en medio de un ambiente que pensaron sería controlado. Todo, sin saber que sería la última vez que ellos verían a su pequeña con vida.

Los padres no solo le dieron el permiso, sino que la llevaron como representantes al club y, antes de que se bajara del auto, le encomendaron a su hija que tuviera el teléfono al alcance para estar pendiente de ella.

“Se suponía que iban a bañarse un rato en la piscina por el compartir del cumpleaños de José Alberto”, contó su madre en una entrevista.

Ángela no contestó las llamadas de sus padres

Cuando ya eran las 8:00 de la noche, Ángela difundió una fotografía en la que se observa con un chaleco salvavidas posando en una embarcación. Esta sería su última publicación antes de conocerse su desaparición.

Lo extraño fue que cuando Ángel y Yerlis llamaron a su hija, esta no contestó y cuando fueron a buscarla a la hora pautada, la niña no se presentó ni tampoco los llamó para dar ninguna excusa.

“A eso de las ocho de la noche la llamamos y ella no contestó, nos preocupamos un poco pero asumimos que estaba dentro de la piscina y su teléfono guardado”, expresó la madre.

Yerlis con su voz quebrantada contó que con el transcurrir de las horas, le hicieron más de 50 llamadas a la niña, sin obtener comunicación.

“A las 2 de la madrugada nos llamó una mujer, me preguntó que si yo era la mamá de la niña y yo le digo que sí, a lo que ella me responde: Yo soy la mamá de José Alberto, la niña no aparece”.

 

La fiesta cambió de origen

Foto de la lancha donde se llevó a cabo el femicidio.
Foto de la lancha donde se llevó a cabo el femicidio.

Lo que luego descubrieron los padres de Ángela fue que la celebración pasó de las instalaciones del Club Italo Venezolano a la lancha “El Kaki”, donde zarparon hacia la isla La Terecaya, a pesar de la prohibición de zarpe que había por parte de las autoridades por la hora y la marea de esa noche.

“Cuando nos reunimos para saber qué había pasado, José Alberto me dijo que ellos se habían ido a la isla a celebrar allá y estando en la lancha él supuestamente se volteó a agarrar una cerveza y cuando miró atrás la niña ya no estaba”, contó la progenitora.

Ángela Aguirre era la única menor de edad del grupo. José Alberto Cedeño estaba cumpliendo 18 años y, presuntamente, no solo era su amigo, sino su novio. El dueño de la embarcación y otros seis acompañantes eran adultos.

Alrededor de las 4 de la madrugada los familiares de Ángela se presentaron al club a informar lo  sucedido.

Sin embargo, no fue sino hasta el amanecer cuando uno de los presentes en fiesta de nombre José Sorilla, se presentó en el sitio con la intención de iniciar la búsqueda personal de la niña con su lancha, la misma en la que el grupo había zarpado al disfrute.

Las autoridades, presionadas por la familia y la prensa se abocaron a la búsqueda de la adolescente.

Autoridades iniciaron la búsqueda de Ángela

Según datos oficiales, en la operación participaron 15 lanchas, 33 rescatistas 6 buzos, 6 motos de agua, 2 drones y 1 helicóptero.

Así transcurrieron dos días, entre zozobra y búsqueda por parte de las autoridades y familiares quienes tenían la esperanza de hallarla con vida.

El 26 de marzo encontraron su cuerpo boca abajo en traje de baño y con un chaleco puesto, su cuerpo para el momento presento múltiples evidencias de golpes y moretones en la piel.

El 26 de marzo encontraron su cuerpo boca abajo en traje de baño y con un chaleco puesto
El 26 de marzo encontraron su cuerpo boca abajo en traje de baño y con un chaleco puesto

Lo que reveló el examen «post mortem»

Según datos de la primera autopsia realizada por la médico forense Marlene López, determinó que la joven presentó abuso sexual, traumatismo craneoencefálico y maxilofacial además de múltiples contusiones en su cuerpo.

Asimismo, la experticia arrojó que Ángela tenía líquido en sus pulmones, lo que apunta a que fue lanzada al agua aun estando viva.

Preguntas a José Alberto tras el resultado del exmen forense a Ángela. Foto: Captura

No obstante, la fiscal décima del estado Bolívar ordenó una segunda investigación, la cual como si de otro caso se tratara, arrojó resultados totalmente contradictorios con respecto a la primera.

“La fiscal fue a la funeraria con funcionarios del Cicpc a llevarse el cadáver de mi hija, se lo robó de la funeraria y lo retuvo hasta el día viernes 29 que llegó el equipo multidisciplinario del Ministerio Público para realizar un segundo protocolo de autopsia, totalmente contradictorio al ya primero”, detalló la madre.

Esto originó una serie de protestas por parte de familiares y allegados a la víctima quienes denunciaron a viva voz que los fiscales y autoridades de la región estaban recibiendo sobornos para adulterar las evidencias y dejar en libertad a los culpables.

Ángela Aguirre aportó la mayor prueba incriminatoria

Pero la acción de un policía fue crucial, pues casi una semana más tarde del asesinato, se filtró a los medios de comunicación una prueba incriminatoria que confirmó más aún la hipótesis de la primera prueba forense: A Ángela la golpearon, violaron y asesinaron.

Minutos antes de su muerte, Ángela logró grabar un audio de Whatsapp para su hermana mayor.

Ahogada en llanto, y sumergida en pánico, las últimas palabras que la joven pronunció fueron una acusación sobre su principal agresor José Alberto.

“Jose Alberto me dejó desnuda….José Alberto me violo”.

Este fue el último y terrible audio difundido por Ángela en el cual indicó que fue desnudada y violada por José Alberto apodado el “Cabeza de Gato”.

Tras esa filtración, tres semanas después, el Ministerio Público, acusó formalmente a José Alberto Cedeño a quien le imputó los delitos de femicidio, abuso sexual agravado, suministro de sustancia a una menor de edad y omisión de auxilio y socorro.

Sin sentencia

El audio del llanto de desespero de la adolescente, las protestas de una comunidad y la decisión de un policía de filtrar una evidencia clave fueron determinantes para que los siete presuntos responsables del feminicidio de Ángela Aguirre estén esperando el juicio tras las rejas.

A pesar de este logro, el caso al sol de hoy está estancado, van exactamente un año y seis meses y el juicio en contra de los acusados no culmina con un veredicto certero.

Ni José Alberto, ni ninguno de los acusados, incluyendo a las dos mujeres, han recibido alguna condena por el homicidio, por el contrario en reiteradas oportunidades las ONG y familiares denunciaron que eran beneficiados con ciertas comodidades en sus centros de reclusión.

Aun cuando el caso está en manos de las autoridades en la capital venezolana, el veredicto final no llega, mientras que los padres exigen justicia y se dedican a ser activistas defensores de DDHH en las redes sociales.

 

Autopsia de Ángela Aguirre

 

Lea También: Matan a otra joven venezolana en Cartagena

Redacción: Manuel G. (@manuel_23g)

(Con datos de El pitazo y varios medios locales)

Por notiarepa

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