Donald Trump compartió este sábado su primer vídeo desde el hospital Walter Reed, en Washington, donde se recupera del Covid-19. En él, el presidente de EE.UU. ha defendido el tipo de campaña electoral que ha llevado en los últimos meses y que ha sido cortada en seco por el contagio.

«Simplemente, no quise quedarme en la Casa Blanca», aseguró. «Me dieron la elección: quédate en la Casa Blanca, enciérrate, no salgas del Despacho Oval, te quedas en el piso de arriba y lo disfrutas. No veas a gente, no hables con nadie y ya está. Yo no puedo».

Trump decidió regresar a la ruta electoral muy pronto, en cuanto se empezaron a levantar las restricciones impuestas por la epidemia en primavera. Ya a finales de junio, dio un polémico mitin en un lugar cerrado en Tulsa (Oklahoma) y, desde la convención republicana de agosto, no ha parado de celebrar actos electorales multitudinarios. Muchas veces, saltándose las regulaciones locales contra el Covid-19, y con sus seguidores, en su mayoría, sin mascarilla y sin respetar distancia física.

Todo lo contrario que Joe Biden, su rival en la reelección. El candidato demócrata pasó buena parte de la campaña encerrado en su mansión de Delaware, donde mantenía encuentros virtuales con votantes, donantes y medios. La estrategia del búnker de Biden ha sido ridiculizada por la campaña de Trump, así como su insistencia en llevar mascarilla a todas horas. Trump rehusó durante meses a aparecer en público con la protección y apenas se la ha puesto cuando está delante de sus seguidores.

«Tengo ganas de finalizar la campaña de la manera que la empezamos y que la estábamos haciendo», dijo Trump en el vídeo, en el que aprovechó para lanzar un dardo indirecto a Biden al defender que él nunca se hubiera quedado encerrado en su residencia presidencial: «Como líder, te tienes que enfrentar a los problemas. Nunca ha habido un gran líder que no lo haya hecho».

El presidente de EE.UU. aseguró sentirse «mucho mejor», en un día en el que hubo confusión y caos sobre su estado salud. Mientras el doctor de la Casa Blanca, Sean Conley, aseguró en su parte que Trump se encontraba muy bien, no tenía fiebre y había mejorado mucho de sus síntomas, el jefe de Gabinete del presidente daba una versión contradictoria. Mark Meadows aseguró a los periodistas que el estado de Trump había sido «preocupante» las últimas 24 horas y que las próximas 48 horas eran «críticas» para su recuperación.

Conley compartió a última hora del viernes un nuevo parte, en el que asegura que el presidente «sigue estado bien» y «ha hecho progresos sustanciales desde el diagnóstico» y añade que «aunque no está fuera de peligro, el equipo tiene optimismo cauto».

Por notiarepa

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