El Congreso ratificó este jueves la victoria del presidente electo, el demócrata Joe Biden, en las elecciones de noviembre, tras una larga y extraordinaria jornada que incluyó un asalto al Capitolio para interferir en el proceso de confirmación de los resultados

La sesión conjunta de ambas cámaras del Congreso confirmó que Biden y la vicepresidenta electa, Kamala Harris, superaron la barrera de los 270 votos electorales que da las llaves de la Casa Blanca, con un total de 306, y por tanto llegarán al poder el próximo 20 de enero.

El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, que presidía la sesión, declaró que esa ratificación debía considerarse “suficiente” para aceptar la elección de Biden.

Pence puso así fin a una sesión que comenzó a primera hora de la tarde del miércoles y quedó interrumpida por el violento asalto al Capitolio de los seguidores del presidente Donald Trump, un asedio que duró casi cuatro horas y se saldó con cuatro muertos, 14 policías heridos y al menos 52 detenidos.

En una sesión que tuvo que ser interrumpida y retomada luego de varias horas, debido a los incidentes de violencia que se apoderaron del Capitolio, el Senado terminó por certificar a Joe Biden como presidente de Estados Unidos.

Unas dos horas después de que las autoridades consiguieran despejar el Capitolio y sus inmediaciones, ambas cámaras del Congreso volvieron a reunirse para seguir con el proceso de ratificación del resultado de las elecciones, que ya quedó confirmado en diciembre por el órgano competente en EE.UU., el Colegio Electoral.

La nueva sesión duró más de siete horas debido al debate en ambas cámaras sobre dos objeciones al resultado de las elecciones en Pensilvania y en Arizona, ambas presentadas por los aliados de Trump.

Como se esperaba, las dos cámaras votaron a favor de respetar lo votado en los comicios en esos dos estados, y la sesión conjunta continuó según lo previsto.

Tras fracasar la objeción sobre Pensilvania, Pence siguió abriendo los sobres para contar el resultado relativo a cada estado, por orden alfabético, y no hubo más objeciones exitosas.

Al comenzar la jornada se esperaba que al menos trece senadores presentaran o respaldaran objeciones posiblemente en cuatro estados más: Georgia, Michigan, Nevada y Wisconsin.

No obstante, el asalto al Capitolio disuadió a algunos de ellos de continuar con su plan, y ningún senador apoyó las objeciones que presentaron en esos estados varios congresistas republicanos.

Según la ley estadounidense, para desencadenar un debate y una votación en el Congreso sobre la posibilidad de rechazar el resultado en un estado, es necesario contar con al menos un congresista y un senador que apoyen la idea.

Nunca hubo ninguna perspectiva de que las objeciones presentadas en el Congreso prosperaran, puesto que cada una de ellas debe superar una votación en el pleno y los demócratas, el partido de Biden, son mayoría en la Cámara de Representantes.

Sin embargo, el presidente saliente, Donald Trump, insistió en presionar a los legisladores y a su propio vicepresidente, Mike Pence, para que se arrogaran unos poderes que no les corresponden bajo la Constitución e interfirieran en una sesión que normalmente es simplemente un trámite formal.

El Senado rechazó una primera objeción a la victoria de Biden encabezada por el representante Paul Gosar y el senador Ted Cruz. La negativa fue de 93-6. Todos los votos a favor provinieron de los republicanos, pero después de que violentos manifestantes asaltaron el Capitolio el miércoles temprano, varios senadores republicanos que habían planeado apoyar la objeción cambiaron de rumbo.

Los republicanos plantearon la objeción con base en afirmaciones falsas impulsadas por el presidente Donald Trump, sobre problemas con la votación en Arizona, que fueron rechazadas repetidamente en los tribunales y por los funcionarios electorales del estado.

El Senado de Estados Unidos debió entrar este miércoles en un receso de su debate sobre los resultados del Colegio Electoral después de que violentos incidentes con un grupo de manifestantes alrededor y en el interior del Capitolio obligaran a la Policía a cerrar el edificio donde también se encuentra la Cámara de Representantes. Poco después se declaró el toque de queda en Washington DC y se movilizó a la Guardia Nacional para intentar contener a los violentos.

Las imágenes de los manifestantes pro Trump dentro de la cámara del Congreso de Estados Unidos dieron la vuelta al mundo. Pasadas las 5:00 PM (hora local), la policía finalmente anunció que había retomado el control del Capitolio, aunque los manifestantes siguen ocupando los alrededores a pesar de la entrada en vigor del toque de queda ordenado por la alcaldesa Muriel Bowser.

Por notiarepa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *